Isaías 9:6

"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz".

Efesios 2:8

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios"

Salmos 19:1

"Los cielos cuentan la gloria de Dios,Y el firmamento anuncia la obra de sus manos."

Juan 6:68

"Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna".

Apocalípsis 1:8

"Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso".

viernes, 27 de diciembre de 2013

¿Cuál será tu propósito para este 2014 que se avecina ya?



Pregunta: "¿Qué clase de resolución de Año Nuevo debería hacer un cristiano?"


Respuesta: La práctica de hacer resoluciones de Año Nuevo se remonta a más de 3,000 años con los antiguos babilonios. Hay algo en el inicio del nuevo año que nos hace pensar en un nuevo comienzo, una nueva etapa. En realidad no hay diferencia entre el 31 de diciembre y el 1º de enero. Nada místico ocurre a la media noche del 31 de diciembre. La Biblia no habla en favor ni en contra del concepto de la resolución de Año Nuevo. Sin embargo, si un cristiano desea hacer una resolución de Año Nuevo, ¿que clase de resolución debería ella o él hacer?



Las resoluciones de Año Nuevo más comunes son la determinación de dejar de fumar, dejar de beber, manejar el dinero mas sabiamente y pasar mas tiempo con la familia. La resolución más común de Año Nuevo es sin duda el bajar de peso, juntamente con hacer más ejercicio y comer más sanamente. Todos estos son buenos objetivos. Sin embargo, 1 Timoteo 4:8 nos enseña a mantener el ejercicio físico en perspectiva. “Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida preente, y la venidera.” La gran mayoría de las resoluciones de Año Nuevo, aún entre cristianos, tienen que ver con el aspecto físico. Esto no debería de ser.



Muchos cristianos determinan orar más, leer la Biblia todos los días e ir a la iglesia más regularmente. Estos son objetivos fantásticos. Sin embargo, estas resoluciones fallan tanto como las no espirituales, porque no hay poder en una resolución de Año Nuevo. Tener determinación para comenzar o terminar cierta actividad no tiene ningún valor, a menos que se tenga verdadera motivación para hacer o dejar de hacer esa actividad. Por ejemplo, ¿Porqué quieres leer la Biblia todos los días? ¿Es para honrar a Dios y crecer espiritualmente, o porque escuchaste que es bueno hacerlo? ¿Porqué quieres bajar de peso? ¿Es para honrar a Dios con tu cuerpo, o es por vanidad, para honrarte a ti mismo?



Filipenses 4:13 nos dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Juan 15:5 nos enseña: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” Si Dios es el centro de tus resoluciones de Año Nuevo, hay posibilidad de tener éxito, dependiendo de tu compromiso para hacerlo. Si es la voluntad de Dios que algo se cumpla, Él te ayudará a realizarlo. Si una resolución no es para honrar a Dios o no está de acuerdo con la Palabra de Dios, no recibiremos ayuda de Dios para llevarla a cabo.



Entonces, ¿Qué clase de resolución de Año Nuevo debería hacer un cristiano? He aquí algunas sugerencias: (1) Pide al Señor sabiduría (Santiago 1:5) en relación a qué resoluciones, si hubiera alguna, quiere Dios que hagas?; (2) pide sabiduría para saber como alcanzar los objetivos que Dios te indique; (3) confía en que Dios te de la fuerza para ayudarte; (4) encuentra a alguien a quien rendirle cuentas, que te ayude y te motive; (5) no te desanimes con fracasos ocasionales, sino permite que éstos te motiven más, (6) no te envanezcas si lo logras, sino da gloria a Dios. Salmo 37:5-6 dice: “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, tu derecho como el mediodía.”

lunes, 16 de diciembre de 2013

¿Tienes esta clase de fe?

Cristo confrontó a la iglesia de Laodicea, que representaba a la Iglesia de los últimos tiempos. Le dio esta advertencia que se extiende a través de los siglos para hablarte a ti y a mi hoy en día: “Pero por cuanto eres tibio…te vomitaré de mi boca.”(Apocalipsis 3:16). ¡Qué increíbles palabras! ¿Cuál es el delito, el pecado inimaginable cometido por la Iglesia moderna? Escuche las palabras de Aquel que, por encima de todo, busca nuestra fe, confianza y entrega: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo… He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis 3:17 y 20).
Este pasaje de la Escritura, tantas veces citado y aplicado totalmente fuera de contexto, no se está dirigiendo a un mundo perdido en la necesidad de “dejar a Jesús entrar”. Más bien, es una llamada directa y solemne a los creyentes modernos que están recostados perezosamente en la cama de indiferencia, bastante contentos con ellos mismos y la porción que les toca. Esta generación ha sido cegada diabólicamente a la revelación espiritual de que sin una fe ardiente es imposible agradar a Dios. Jesús está literalmente y de forma espectacular de pie afuera de la puerta de una iglesia autosuficiente y autocomplaciente que confía en métodos, estrategias, tácticas y cambios de paradigma “vanguardistas” tomados del mercado secular. Él está pidiendo a gritos, “¡Déjenme Entrar! ¡Arrepiéntanse! ¡Aléjense de esas cisternas rotas que no ofrecen agua viva! Hago un llamamiento a un pueblo cuya fe y confianza se mantenga exclusivamente en Mis promesas. ¡Anhelo un pueblo cuya fe les permita ver lo invisible, creer lo increíble, y recibir lo imposible!”
Puede haber adoración, fantásticos programas musicales, edificios imponentes, asistencia impresionante, enseñanza dinámica, toda iglesia y programa social imaginable, incluso jerga cristiana y citación de pasajes de la Biblia, pero ¡sin fe es imposible agradar a Dios! Dios se deleita en mover montañas y liberar profusamente todos los recursos del cielo para intervenciones divinas impresionantes cuando una persona sincera simplemente se vuelve a Él con fe verdadera y apasionada.
La fe ardiente que pide con valentía todavía abre los cielos, mueve Su corazón y Su mano, y nos da acceso ilimitado a recursos sobrenaturales, milagrosos, inexplicables, inagotables y sorprendentes. Dios dice: “¡Amo la fe! ¡La fe me mueve! ¡La fe verá Mi poder y obtendrá Mi favor!”. Como pastor en Montreal, sólo necesito dar una mirada general a los miles de rostros reunidos un domingo por la mañana, para recordar los milagros modernos, las historias y los testimonios que anuncian con alegría a nuestro mundo pesimista y escéptico de que ¡la fe que agrada a Dios!
Autor: Claude Houde.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Reedifiquemos nuestras vidas...



"Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones" 
Isaías 61:4

La mayoría de nosotros recibimos de nuestros padres y de nuestra sociedad en general una manera incorrecta de vivir, de proceder, de ver las cosas y sobre todo, de ver y atender las cosas de Dios. De tal forma que cuando conocemos a Cristo y su Palabra comienza a afectar nuestro entendimiento, nos damos cuenta de que en nuestras vidas no hay sino escombros, ruinas y desolación; producidas por el efecto del pecado, claro está, pero también a causa de nuestros malos hábitos, nuestras malas costumbres, crecimos siendo perezosos, negligentes, desordenados, y estas cosas, en  conjunto, hicieron mucho daño en nosotros.

¿Sabes por qué pasó todo esto? Porque no atendimos la Palabra de Dios, porque no fuimos instruidos en ella y por lo tanto, nos vino esta condición. Así lo dice Dios en su Palabra:

"antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos".
Ezequiel 20:18

No sé en el tuyo, pero en mi país son muy notorias las consecuencias de no poner en obra la Palabra de Dios, de desobedecer su Santa Ley; ¿qué podemos ver en México?

- Mediocridad
- Pereza
- Negligencia
- Violencia
- Corrupción
- Drogadicción
- Alcoholismo
- Prostitución
- Retroceso en la educación
- Familias destruidas, disfuncionales
- Padres y madres de familia que siguen haciendo lo mismo: enseñando a sus hijos     conforme a lo que estos recibieron de sus padres
- Esposos afeminados, que no ponen orden en su casa, que ceden la autoridad a la       mujer provocando con ello grandes problemas en el hogar
- Esposas rebeldes, insujetas al esposo y que le restan autoridad a papá delante de     los hijos
- Hijos rebeldes, que deshonran a sus padres, que no les obedecen
- Salarios injustos

Yo te pregunto: ¿son estas las características de un pueblo que sirve a Dios o que se puede decir cristiano? La respuesta es obvia, NO.

Lo peor del caso es que estas cosas se han infiltrado en la iglesia del Señor, ya que podemos ver a cristianos que no le sirven con excelencia, que hacen las cosas a medias, que no impactan a los demás para que el verdadero cristianismo les sea antojable y puedan de esta manera rendirse al señorío de Cristo; por lo tanto, también es necesario que los verdaderos cristianos cambien sus malos hábitos, su negligencia en el servicio a Dios y se pueda de verdad alcanzar a México con el verdadero Evangelio: el del Señor Jesús

Pero, ya que has conocido al Señor, puedes creer en la palabra con la que empiezo este artículo, en la que el Señor promete reedificar nuestras vidas, restaurar nuestras vidas, nuestra relación con él; pero no solo eso, sino que también podemos creer que puede restaurar nuestros malos hábitos y nos conduce a ser personas que le sirvan con excelencia.

"Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 

aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos".
Efesios 5:15-16

Esta porción de la Escritura nos conmina a observar cómo estamos viviendo y sirviendo a Dios, o como sabios o como necios; pero también nos dice que aprovechemos el tiempo, ¿por qué?, porque los días son malos.

Si estás buscando a Dios y estás considerando seriamente arrepentirte, considera una cosa: te queda poco tiempo, ¡podrías morir hoy!, así que ¡arrepiéntete!

Si eres un verdadero cristiano, también considera esto: te queda poco tiempo, ¿para qué? 

- Para educar a tus hijos en el amor y amonestación del Señor
- Para enseñarles a hacer las cosas (en casa, en la escuela y en la iglesia) con             excelencia
- Para enseñarles a amar a Jesús
- Para que les enseñes a ver el cristianismo no como una religión, sino como una         super vida, ya que el Señor vino a traer vida, y vida en abundancia 
- Para servirle a Dios ¡con excelencia!

Saludos...







viernes, 15 de noviembre de 2013

Jesús, ¡el vencedor de la muerte!

VIDA RESUCITADA

by David Wilkerson | November 15, 2013
Mientras Jesús estaba en silencio en la tumba, Satanás y sus hordas se alegraban. Ellos pensaron que habían ganado una victoria irreversible, pero en todo momento, el plan predeterminado de Dios estuvo en marcha, ¡un plan para la vida resucitada!

El Señor envió a Su Espíritu Santo a las mismas entrañas de la muerte y allí el Espíritu vivificó el cuerpo de Jesús, levantándolo de los muertos. Nuestro bendito Salvador salió de la tumba, atravesando la gruesa piedra, con este testimonio:

"El que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades" (Apocalipsis 1:18). Cristo está diciendo: "¡Yo soy el que tiene la vida eterna! Estuve muerto, pero estoy vivo, ahora y para siempre. ¡Yo tengo en Mis manos las llaves de la vida y la muerte!"

El momento en que Jesús salió de la prisión de la muerte, se convirtió en la resurrección y la vida. Lo hizo no sólo para Sí, sino para todos los que creyeran en Él desde ese día. Él nos trajo una vida de resurrección ¡más allá del poder de la muerte! Por lo tanto, ya no hay ninguna razón para que un cristiano tema a la muerte o la vea como un enemigo. Nuestro Señor la ha vencido por completo: "al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte" (Hechos 2:24).

Si has recibido a Jesús como tu Salvador y Señor, entonces Él vive en ti como el gran poder de la vida resucitada. El mismo poder de resurrección que Lo levantó de la tumba, te sustentará también. "¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros?" (2 Corintios 13:5). Tú tienes dentro de tu ser todo lo que está en Cristo, ¡una poderosa fuerza vital que Satanás no puede destruir!

"Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu" (Efesios 3:14-16).


sábado, 9 de noviembre de 2013

Un himno muy alentador...

miércoles, 30 de octubre de 2013

Apoyemos a estos hermanos que llevan el amor de Cristo a otros países...

Familia en misiones...llevando el Evangelio a quienes no le conocen.

Estimados amigos y familiares
La Familia Barrón Ríos ha estado sirviendo en la misión del Suroeste Asiático por más de 5 años, el propósito para recaudar estos fondos es para regresar a México en Marzo del 2014 y estar 2 meses en la patria, recuperarse de un agotamiento laboral en la Misión, tratar enfermedades que se han presentado en Enrique como es la Neuropatía periférica, localizada en ambas piernas y pies, atendernos todos medicamente y promover la obra de la Misión en Tailandia para captar voluntarios.
Nuestra misión
Trabajamos en la ciudad en Chiang Mai al norte de Tailandia, cerca de la frontera con Myanmar (Burma), la labor que hacemos en la Misión consiste en ser voluntarios en una organización Tailandesa, legalmente registrada ante el gobierno, nuestro voluntariado es servir directamente a los niños de una de las casas de la organización, los niños mayormente vienen de las montañas, pertenecen a alguna minoría étnica del país, algunos son huérfanos, otros solo tienen a uno de sus padres y no pueden atenderlos por trabajar tiempo completo, vienen de un trasfondo de pobreza, desatención y desintegración familiar y son enviados a la ciudad para que reciban educación, nuestro servicio es en todos los aspectos como padre y madre de los niños que tenemos, 24 horas, semana a semana, 365 días del año sin descanso.
En nuestro corazón está el servir en esta casa y continuar colaborando con la Misión al regreso del viaje y por un largo plazo, con fuerzas y mente renovadas tal como el Señor puede dárnoslas y con más voluntarios dispuestos a servir aquí.
Nuestra meta
El tiempo del viaje consiste en estar dos meses en México y para eso necesitamos todos estos recursos, los boletos de avión son muy costosos, el viaje dura 24 horas en avión y algunas más por auto, pensamos llegar a Texas para que el costo sea menos que llegar directamente a México, pero con un poco de ayuda podemos lograr este propósito, principalmente la razón de peso del viaje es atender medicamente y adecuadamente a Enrique, quien sufre del agotamiento excesivo por toda la labor que se realiza en la Misión, aparte de algunas enfermedades que recientemente se han presentado.
Si en tus manos está el colaborar con nuestra causa, no solo nos ayudas a nosotros directamente, sino a toda la labor que se realiza en la Misión en donde se da a conocer el nombre de Cristo en este país. Oren por nosotros, necesitamos mucho su apoyo y que Dios nos dirija en este viaje.
¡Muchas gracias por considerar apoyarnos en este esfuerzo! Dios te Bendiga
Enrique, Ana Licia y Samuel Barrón Ríos

lunes, 28 de octubre de 2013

¿Qué es el verdadero cristianismo?



El verdadero cristianismo consiste en una entrega absoluta al Señor Jesucristo. El Salvador no está buscando personas que le dediquen sus tardes libres, sus fines de semana o sus años de jubilados. Él busca personas dispuestas a darle el primer lugar en su vida. “Él busca, y siempre ha sido así, no multitudes que van a la deriva y sin propósito en su senda, sino hombres y mujeres que individual y espontáneamente se consagran a su servicio por haber reconocido que Él necesita personas dispuestas a seguir en el sendero de la negación personal por el que Él caminó primero.”

La única respuesta adecuada al sacrificio de Cristo en el Calvario es la rendición incondicional a Él. El amor Divino tan maravilloso no puede ser satisfecho con algo menos que la entrega de nuestra vida, nuestra alma, nuestro todo...

El Señor Jesús planteó exigencias rigurosas a los que iban a ser sus discípulos, demandas que han sido totalmente olvidadas en estos días de vida materialista. Con mucha frecuencia consideramos el cristianismo como un escape del infierno y una garantía del cielo. Aún más, pensamos que tenemos perfecto derecho a disfrutar de lo mejor de esta vida. Sabemos que en la Biblia hay muchos versículos que hablan fuerte acerca del discípulo, pero nos parece difícil conciliarlos con nuestras ideas acerca de lo que debe ser el cristianismo.

Aceptamos que los soldados entreguen sus vidas por razones patrióticas. No nos extraña que los hombres pongan su vida por ideologías políticas. Pero que la característica de la vida de un segui-dor de Cristo sea “sangre, sudor y llanto”, nos parece remoto y difícil de asimilar. Sin embargo, las palabras del Señor Jesús, son bastante claras. No hay el más mínimo lugar para malinterpretarlas si las aceptamos en su verdadero valor.

Entonces...¿eres cristiano?