Isaías 9:6

"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz".

Efesios 2:8

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios"

Salmos 19:1

"Los cielos cuentan la gloria de Dios,Y el firmamento anuncia la obra de sus manos."

Juan 6:68

"Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna".

Apocalípsis 1:8

"Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso".

martes, 3 de febrero de 2015

Disfrutando la paz y el gozo en el Señor

DISFRUTANDO LA PAZ Y EL GOZO EN EL SEÑOR

by David Wilkerson | February 3, 2015


“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” (Jeremías 17:5-8). 

Jeremías presenta dos leyes inmutables de la vida espiritual: Una conduce a la vida y a la esperanza; la otra, a la muerte y a la desesperación. Estas son las claves para entender porqué algunos cristianos disfrutan de una constante paz y gozo en el Señor, mientras que otros andan a tientas en la desesperación y la falta de esperanza.

¿Cómo se puede saber si estamos confiando en el hombre en lugar de Dios? Si te desmoronas cuando alguien más te defrauda, o si los actos de otros afectan tu caminar con Dios, entonces ¡sabrás que estás confiando en brazo de carne!

Si pones tu confianza en el hombre, puedes estar seguro de que saldrás lastimado, porque en algún momento alguien te decepcionará y defraudará profundamente. "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9).

La mayor parte del sufrimiento y falta de esperanza que experimentamos es el resultado de haber sido decepcionados por parte de alguien en quien pusimos nuestra confianza. Una esposa podría decir: "Si mi esposo cambiara, ¡yo sería feliz! En realidad, él me ha herido profundamente. Él me descuida y ni siquiera trata de entender. Está matando mi amor”.

Tu problema no es con tu esposo, sino con Dios. Jeremías dice que tú eres como una retama en el desierto, que no cuando viene el bien, sino que mora en los sequedales del desierto. Esto significa que estás desconectado de la verdadera fuente de felicidad y esperanza. Has descuidado al Señor y no estás acercándote a Su agua viva. ¡Te has convertido en un arbusto muerto y seco, estéril y sin fruto!

Fuera de Dios, no puedes confiar en que algo o alguien te dará alegría y esperanza. Lo que crees que solucionará tu problema, sólo podría hacerte sentir peor. 

lunes, 2 de febrero de 2015

No dejes de orar por tus hijos y familiares

Conozco a líderes cristianos por doquier cuyos hijos se han alejado vagando lejos de Dios.  Recientemente, en México, una hermana recostó su cabeza en mi hombro.  Ella estaba sollozando.  “Hermano John, mis tres hijos no me hablan.  No quieren que les hable de Dios.  Uno de ellos dice que es un ateo.  ¿Podría por favor orar por mí?”

Yo lloré.  Y oré por esa madre con su corazón roto y por sus hijos.

Tu puedes sentir la angustia de aquella hermana mientras lees este devocional.  En caso de que tengas tu corazón roto por uno de los miembros de tu familia cuyo corazón está lejos de Dios, déjame confortarte con estas tres simples preguntas:

1.  ¿Piensas que la rebelión de tu hijo/a es mayor que la voluntad de Dios?  
Dios es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9).

2.  ¿Crees que los pecados de tu hijo/a son más poderosos que la gracia de Dios? 
Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia (Romanos 5:20).

3.  ¿Piensas que el enojo de tu hermano hacia Dios va a exceder en duración al infinito amor y misericordia de Dios?  
Las misericordias de Dios son nuevas cada mañana (Lamentaciones 3:22-23) y duran desde la eternidad hasta la eternidad.  Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos (Salmos 103:17).

Nunca está mal llorar.  ¡A menudo está bien!  Incluso Jesús lloró por su pueblo que lo crucificaría (Lucas 19:41).  Mientras lloras por aquellos que amas, permíteme sugerirte con amor lo siguiente:

1.  ¡Nunca, nunca, nunca te rindas!  Nunca dejes de orar por tu hijo, tu hija, tu hermano o hermana o cualquiera de tus familiares que andan vagando sin Dios.  Él contestará tus oraciones (Marcos 11:24).

2.  Nunca dejas de orar por ti mismo.  A través del dolor, Dios quiere que aumentes y purifiques tu fe (Santiago 1:2-4).  Él está preparándote para la incomparable gloria venidera (Romanos 8:18). 

3.  Nunca olvides que Dios también es un padre con el corazón roto.  Desde el principio, su pueblo vagó lejos de Él, se reveló y corrió tras otros dioses.  Tu dolor y lágrimas por tus seres amados te permitirán identificarte más y más con el corazón roto de Dios.  Él quiere que conozcas Su corazón.  Él llora contigo.  ¡Y quiere que sepas que no estás solo!  Nunca.

Mantente animado, Vive en victoria cada día, porque nada hay imposible para Dios (Lc. 1:37).

"Y todos tus hijos serán enseñados  por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos" 
(Is. 54:13).

Tomado de: Instituto Internacional Biblia Thompson - Devocionales