Isaías 9:6

"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz".

Efesios 2:8

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios"

Salmos 19:1

"Los cielos cuentan la gloria de Dios,Y el firmamento anuncia la obra de sus manos."

Juan 6:68

"Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna".

Apocalípsis 1:8

"Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso".

jueves, 27 de marzo de 2014

¿Problemas en el matrimonio? ¡Acude a Jesús!

NO CON ORACIONES A MEDIAS

by David Wilkerson | March 26, 2014

Como siervos del Señor, estamos en peligro constante del enemigo. Nuestro amor por Jesús es una amenaza a todo el infierno y no podemos tomar ninguna obra santa sin que Satanás ponga toda clase de lazos y trampas para nosotros.

Recientemente, una consejera matrimonial me llamó: “Dondequiera que miro en nuestra iglesia, las parejas se están separando”, me dijo. “Literalmente, es una plaga en el cuerpo de Cristo ahora mismo”.

Escucho toda clase de razonas por el descontrol en hogares cristianos: incompatibilidad, falta de comunicación, pérdida de afecto, infidelidad. Pero en realidad, es algo que va mas allá de eso. Detrás de todo, es un ataque del infierno contra los santos de Dios.

La causa de los hogares rotos entre inconversos no es un misterio. Pero entre los justos, tal descontrol tiene una causa. Piénsalo, ¿Cómo pueden perder la autoridad en sus hogares los cristianos dedicados que han estado escuchando predicación santa por años? Ellos conocen muy bien el juramento de Dios en su pacto de ser su fortaleza. Ellos saben que Él promete destruir cada poder satánico que venga contra ellos. Así que, ¿Por qué el diablo está prevaleciendo? ¿Por qué sus matrimonios están bajo constante amenaza?

Creo que es porque al menos un integrante de la pareja ha abierto la puerta al engaño satánico. Quizás ambos han permitido algo de liviandad en sus vidas, o se han vuelto espiritualmente flojos. Y ahora un demonio enfurecido ha obtenido una fortaleza en sus corazones y hogar.

Si estás bajo ataque como este, debes preguntar lo que los discípulos preguntaron: “Maestro, ¿Por qué no pudimos echar fuera esos demonios?” Jesús respondió que ciertas ataduras satánicas no responderán a la imposición de manos o una sola oración a medias. Estas fortalezas están arraigadas tan profundamente, que la única forma de echarlas fuera es a través de oración y ayuno continuo.

Sin embargo, la iglesia de hoy está en un adormecimiento en relación al poder de la oración. Un velo ha caído sobre los ojos de millones. Y ahora, cada vez que confrontan problemas, el último a quien van es a Jesús. Han abandonado el aposento secreto, y a cambio, se han vuelto a la sicología, consejeros, libros, amigos; a todo, menos al Señor.

Si dices que tu matrimonio está arruinado y quieres que sea sanado, tengo que preguntarte ¿Cuánto tiempo pasas a solas con Dios? ¿Cuántas veces has apagado el televisor por una hora para solamente sentarte ante Jesús y descargar tu alma? ¿Cuántas comidas has dejado para ayunar por tu matrimonio?

“La oración eficaz del justo puede mucho.”(Santiago 5:16)

jueves, 13 de marzo de 2014

Es posible salvar tu matrimonio...¡clama a Dios!

¿QUEDA ALGUNA ESPERANZA?

by David Wilkerson | March 13, 2014


En desesperación, David clamó: “Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica” (Salmo 130:2). Esto me suena al ruego de un hombre moribundo. Es obvio que David no estaba haciendo “oraciones solo con el pensamiento”. El estaba con el rostro en tierra, quebrantado, contrito, rogando a Dios desde lo más profundo de su corazón.

David sabía que su alma necesitaba ser libertada y se volvió sólo a Dios para encontrar esa liberación. Él concluyó: “Estoy en una condición tan desesperada que sólo el Señor puede ayudarme ahora. No puedo depender de consejeros, amigos, o familia. Mi única esperanza está en la oración. ¡Así que voy a clamar día y noche hasta que Dios escuche mi súplica!

Muchos matrimonios cristianos necesitan el tipo de liberación que David buscaba. En todo lugar veo parejas hundiéndose en el pozo oscuro de la desesperación. Cónyuges que dicen amarse el uno al otro, pero que ni siquiera se comunican de buena manera. Demuestran más bondad a un extraño que a su cónyuge. Con el tiempo, su hogar se ha convertido en un lugar frio de absoluta mediocridad. No se dan cuenta, pero van en caída libre hacia la destrucción, su relación está girando rápidamente fuera de control. Quizás tu matrimonio ha caído, ambos han tocado fondo, y te despiertas cada día preguntándote si queda alguna esperanza.

Amado, necesitas despertar a tu condición. Has caído en un hoyo oscuro, lleno de actitudes impías, y esta condición no desaparecerá por sí sola. Si no actúas, empeorará hasta que finalmente uno de ustedes terminará con el matrimonio.

¡Despierta ahora a la voz del Espíritu Santo! Hay pecado en tu matrimonio y está siendo cometido por ambos, tú y tu cónyuge. Tienen que confrontarlo, o permanecerán en el fondo del pozo oscuro para siempre.

Así que, ¿a quién estás llevando tus penas? ¿Te estás desahogando con tu mejor amigo? Si es así, ¿estás simplemente creando un caso en contra de tu cónyuge? Si estás viendo a un consejero, ¿estás simplemente buscando una justificación para terminarlo todo?

Por favor no malinterpretes mis preguntas, yo creo en la consejería matrimonial, pero si de verdad quieres llegar al fondo del problema, sólo existe un lugar donde ir. ¡No tienes que mirar más lejos que en tu propio corazón! El pecado esta allí mismo dentro de ti y, al igual que David, necesitas clamar al Señor por misericordia.

lunes, 10 de marzo de 2014

Esta es una clara muestra de lo que debe ser el amor


Esta es una muestra íntegra de lo que debe ser el amor en el matrimonio. 

El amar a tu pareja no debe ser basado en sentimientos o emociones, ya que esas cosas se acaban; el amar a tu pareja debe ser una decisión de amar, de servir, de darte y consumirte por tu pareja.

Si no sirves y te rindes en un servicio de amor por tu pareja, déjame decirte que tu amor es cuestionable, y debes preguntarte si realmente amas a tu pareja. 





domingo, 9 de marzo de 2014

¡¡¡Es día de alabar a Dios!!!

¡Alabar a Dios todas las naciones!

Hola, buen día!!

Hermano, hermana en Cristo que me lees el día de hoy, así es, hoy es domingo, día de hacernos un tiempo y asistir con gozo a la reunión que tenemos, no con los hombres, ¡no!, nuestra reunión ¡es con Jesús! ¡A Él es a quién vamos, de quién vamos a recibir una bendición para nuestras vidas!


¿Sabes algo amado, amada? He tenido contacto con varios hermanos en la fe, y no, no nos está yendo muy bien en diversos aspectos, algunos tienen fuertes opresiones en algunas cosas, algunos más en otras áreas de su vida, pero déjame decirte algo: yo anoche oraba a Dios y en medio de las cosas que me están sucediendo yo sólo le pedía una cosa: que me permita estar con Él, que me ayude a seguir caminando, que me dé lo necesario, de su gracia para seguir en el Camino que él nos ha marcado y hoy, mi deseo es ir a alabarle, bendecirle por lo hermoso que ha sido conmigo, con los míos, con mis hermanos, a darle gracias por su grande Amor con el que nos llena...¿qué más puedo decir? ¡Las palabras se agotan! ¡Los argumentos faltan! 

Hermanos, ¡vayamos a alabar a Dios! ¡Él es Digno de toda nuestra alabanza!

¿Verdad que sí?

¡Que Dios les bendiga abundantemente en este día de reposo!

¡Un fuerte abrazo mi amado y mi amada hermana en Cristo Señor Nuestro!


viernes, 7 de marzo de 2014

¿Eres verdaderamente cristiano?


El Diccionario Webster define a un cristiano como “una persona que se precia de creer en Jesús como el Cristo, o en la religión basada en la enseñanza de Jesús.” Aunque éste es un buen punto de partida para entender quien es un Cristiano, como muchas definiciones seculares, ésta de alguna manera no alcanza a comunicar en realidad la verdad bíblica de lo que significa ser un Cristiano.

La palabra “cristiano” es utilizada tres veces en el Nuevo Testamento - en Hechos 11:26;Hechos 26:28, y1 Pedro 4:16. Los seguidores de Jesucristo fueron llamados “Cristianos” primero en Antioquía debido a que su comportamiento, actividad y forma de hablar fueron como los de Cristo. (Hechos 11:26) Originalmente este término fue utilizado por la gente no salva en Antioquía (o sea los no creyentes) como un tipo de apodo despectivo, utilizado para burlarse de los Cristianos. Literalmente significa “perteneciente al partido de Cristo” o “partidario o seguidor de Cristo,” lo cual es muy similar a la manera en la que el Diccionario Webster lo define.

Desafortunadamente con el paso del tiempo, la palabra “Cristiano” ha perdido mucho de su significado y a menudo es utilizada para describir a alguien religioso o que tiene altos valores morales, en lugar de un verdadero seguidor de Jesucristo nacido de nuevo (ésta vez en el espíritu) como lo vemos enJuan 3:3. Mucha gente que no cree ni confía en Jesucristo, se considera cristiana simplemente porque asiste a la iglesia o vive en una nación “Cristiana.” Pero asistir a la iglesia, servir a aquellos menos afortunados que uno, o ser una buena persona, no lo hace a uno un cristiano. Bien dijo una vez un evangelista, “Asistir a la iglesia no hace a uno un Cristiano, al igual que ir a un garaje no hace a uno un automóvil.” Ser un miembro de una iglesia, asistir a los servicios regularmente, y dar para la obra de la iglesia, no pueden hacerle un cristiano.

La Biblia nos enseña que las buenas obras que hacemos no nos pueden hacer aceptables a Dios. Tito el capítulo 3 y versículo 5 nos dice que “Dios nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” De manera que, un cristiano es alguien que ha sido nacido de nuevo por Dios (espiritualmente hablando) y ha puesto su fe y confianza en Jesucristo. Esto lo vemos enJuan 3:3,7, y en1 Pedro 1:23. EnEfesios 2:8leemos que “Por gracia somos salvos por medio de la fe y esto no procede de nosotros, sino que es un regalo, un don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe ni se jacte.” Un cristiano verdadero es alguien que se ha arrepentido de sus pecados y ha puesto su fe y confianza solamente en Jesucristo. Su confianza no está en seguir una religión, ni una serie de claves morales, ni una lista de cosas que uno debe o no debe hacer.

Un verdadero Cristiano es una persona que ha puesto su fe y confianza en la persona de Jesucristo, que reconoce que Él murió en la cruz como pago por todos los pecados personales de cada uno de nosotros y que resucitó al tercer día para obtener la victoria sobre la muerte, para dar la vida eterna a todos los que creamos en Él.Juan 1:12nos dice: “Más a todos lo que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Un verdadero cristiano es en verdad un hijo de Dios, una parte de la verdadera familia de Dios, y uno a quien le ha sido dado una nueva vida en Cristo. Por lo tanto Dios pone un deseo en el corazón del cristiano de cambiar totalmente su estilo de vida y le incentiva a llevar una vida santa y pura. La marca de un cristiano verdadero es demostrar amor hacia los demás y la obediencia a la Palabra de Dios. Esto lo vemos en las Sagradas Escrituras en1 Juan 2:4y en1 Juan 2:10.

¿Qué dice la biblia del ayuno? Cuando ayunas, ¿buscas más de Dios?


La Escritura no ordena que los cristianos ayunen. No es algo que Dios requiera o demande de los cristianos. Al mismo tiempo, la Biblia presenta el ayuno como algo que es bueno, beneficioso y esperado. El libro de Hechos registra el ayuno de creyentes antes de hacer decisiones importantes (Hechos 13:4; 14:23). El ayuno con frecuencia va ligado a la oración (Lucas 2:37; 5:33). Creemos casi siempre que el objetivo del ayuno es la falta de alimento. En cambio, el propósito del ayuno debe ser quitar tus ojos de las cosas de este mundo y concentrarte en Dios. El ayuno es una manera de demostrar a Dios, y a ti mismo, que tomas en serio tu relación con Él. El ayuno te ayuda a obtener una nueva perspectiva y una renovada confianza hacia Dios.

Aunque en la Escritura casi siempre el ayuno es la abstención de alimentos, existen otras maneras de ayunar. Cualquier cosa que puedas ceder temporalmente con el fin de concentrarte más en Dios, puede ser considerado como un ayuno (1 Corintios 7:1-5). El ayuno debe estar limitado a un tiempo determinado, especialmente cuando el ayuno es de comida. Los largos períodos de tiempo sin comer son dañinos para el cuerpo. La intención del ayuno no es castigar al cuerpo, sino el enfocarse en Dios. El ayuno tampoco debe ser considerado como un “método de dieta”. No ayunes para perder peso, sino para ganar una relación más profunda con Dios. Sí, todos pueden ayunar. Algunos pudieran no estar en condiciones para el ayuno alimenticio (por ejemplo los diabéticos), pero todos pueden abstenerse temporalmente de algo para concentrarse en Dios.

Al apartar nuestros ojos de las cosas de este mundo, podremos enfocarnos más en Cristo. El ayuno no es una forma de lograr que Dios haga lo que deseamos. El ayuno nos cambia a nosotros, no a Dios. El ayuno no es una manera de aparecer más espirituales que otros. El ayuno es para hacerse en un espíritu de humildad y una actitud gozosa. Mateo 6:16-18 declara, “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”

jueves, 6 de marzo de 2014

Una simple oración no es el Evangelio

EL EVANGELIO DEL ARREPENTIMIENTO

by David Wilkerson | March 4, 2014


Mientras leo las palabras de Pablo, me encuentro examinando mi propio ministerio y tengo que preguntar: "¿He acortado el evangelio que Jesús predicaba, el evangelio del arrepentimiento? ¿Esencialmente, he cortado con tijeras mi Biblia y he quitado el alto precio de seguir a Cristo? ¿He rebajado Sus normas al decirle a la gente: "Sólo cree y sé salvo?"

¿Hemos acortado la convicción genuina por el pecado? ¿Nos hemos adelantado y ofrecido la salvación a aquellos que realmente no se han arrepentido, a quienes no se han dolido por sus ofensas, a quienes no se han dolido por sus transgresiones, a quienes han buscado la fe tan sólo para esconder sus lujurias tras ella?

Constantemente escuchamos exageraciones acerca del número de personas que viene a Jesús a través de diversos ministerios. Cristianos reportan que un sinnúmero de personas fueron salvas mientras predicaban en prisiones, escuelas y otras instalaciones. Dicen: "Todos en el lugar entregaron su corazón a Jesús. Cuando terminé de predicar, todos pasaron al frente para recibir salvación".

A menudo, lo que sucede es que todos sencillamente repiten una oración. Ellos simplemente oran lo que se les ha dicho que oren y muchos no entienden lo que están diciendo. ¡Después, la mayoría vuelve a sus caminos perversos!

Tales personas nunca experimentan una obra profunda del Espíritu Santo. Como resultado, nunca se arrepienten, nunca sienten dolor por sus pecados y nunca creen realmente. Trágicamente, les hemos ofrecido algo que Jesús mismo nunca ofreció: Salvación sin arrepentimiento.

Yo creo que la iglesia, incluso ha quitado el sentimiento de la convicción de pecado. Piénsalo, casi nunca ves lágrimas en las mejillas de los están siendo salvos. Por supuesto, sé que las lágrimas no salvan a nadie, pero Dios nos hizo humanos a todos, con sentimientos muy reales. Y cualquier pecador atado por el infierno que ha sido tocado por el Espíritu Santo, naturalmente sentirá un dolor profundo por la forma en que ha contristado al Señor.

El apóstol Pedro sintió este tipo de dolor piadoso, cuando el negó al Señor. De pronto, fue inundado con el recuerdo de lo que Jesús le dijo: "Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba" (Mr. 14:72).