miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Instruyes a tus hijos en los caminos de Dios?


Este versículo habla de una labor muy grande.

Muchos padres y madres de familia podrán ver en el pasaje citado una promesa muy grande de Dios, misma que les asegura que ese hijo o esos hijos, aún ya mayores, andarán en el camino correcto; pero, dejan de ver o de profundizar precisamente en la primer palabra con que comienza el versículo: "Instruye". 

¿Sabes tú lo que implica esto? 
¿Infieres por lógica que esto representa un esfuerzo enorme y un entregarte a tus hijos al 100%? ¿Haces esto con tus hijos, es decir, los instruyes en el Camino de Jesús?

Hoy escuchamos a padres o madres de familia decir cosas como éstas:

- ¡Yo no sé por qué mi hijo(a) no obedece! ¡Es muy malcriado!
- ¿Por qué Dios me habrá mandado un hijo(a) así de desobediente?
- ¿Por qué mis hijos no me respetan y tampoco respetan a los demás de la familia?

Y la lista puede continuar, pero podemos dejarla así. Ahora, analicemos esas frases.

- ¿Tu hijo(a) te ve obedecer a tus papás (si aún viven)? ¿Ven en ti un ejemplo de obediencia?

- Dios no te mandó a tus hijos así de desobedientes, tú los has hecho así; punto.

- ¿Tus hijos te ven que respetas a tus mayores (a tus papás, patrones, hermanos mayores, etc)?

Contesta estas preguntas para ti mismo, para ti misma, y si eres sincero o sincera, te vas a dar cuenta de que si tus hijos son desobedientes y poco respetuosos de los demás, la causa eres Tú, que no has hecho una buena labor con tus hijos. Si has de ponerle nombre al motivo de que tus hijos sean rebeldes y desobedientes, pues sencillo, ponle tu nombre.

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