El tesoro del corazón
Jesucristo enseñó este principio: “Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.” (Mateo 12:34-35). Si eres asiduo oidor de cierto tipo de música, bueno sería que te preguntaras qué hay en tu corazón.
La gran mayoría del contenido de la música popular tiene valores anticristianos. Incluso los promueve. Si quieres ser cristiano y alguna vez te has preguntado: “¿Qué tiene de malo oír música mundana?”, mira lo que la Biblia enseña:
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.” (1 Juan 2:15-16)“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” (Santiago 4:4)
Antes de seleccionar el tipo de música que quieras escuchar, mira dentro de ti pues aquel que traba amistad con el mundo no puede ser amigo de Dios. Por eso la música del mundo es tan atractiva y pegajosa, pues promueve los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida . Nada es casualidad. La gente escucha lo que emana de su propio corazón.