Isaías 9:6

"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz".

Efesios 2:8

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios"

Salmos 19:1

"Los cielos cuentan la gloria de Dios,Y el firmamento anuncia la obra de sus manos."

Juan 6:68

"Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna".

Apocalípsis 1:8

"Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso".

viernes, 31 de mayo de 2013

Una fe cimentada en su Palabra


LA FE DEBE ESTAR CIMENTADA EN LA PALABRA

by David Wilkerson 
La preocupación de Dios es que su pueblo está siendo sacudido en su fe y que éste no confiará en Él en su tiempo de crisis. Amados, nuestro peor pecado es nuestra falta de voluntad para creer que Él va a hacer lo que prometió. Y eso le ofende más que el adulterio, la fornicación, las drogas y el abuso del alcohol o cualquier otro pecado de la carne.

Su Palabra dice: "El Señor sabe librar de tentación a los piadosos" (2 Pedro 2:9). "Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir." (1 Corintios 10:13).

Estos versos o son parte del evangelio o son mentiras. Si son parte del evangelio entonces debemos posicionarnos en ellos. Dios quiere que seamos capaces de decir: "Señor, si me muero permaneciendo y confiando en que tú me ves en medio de cualquier circunstancia, entonces déjame morir en la fe. Vivo o muerto, soy tuyo".

No se preocupe por los vientos y las olas del infierno que apuntan hacia usted. No importa todo lo que venga contra usted. Nuestro Dios dice que Él es capaz de y sabe cómo liberarle.

Dios tiene el propósito de que usted y yo tengamos toda la alegría, la paz, la victoria y el descanso en nuestro caminar. Él está buscando hombres y mujeres que se levanten en contra de lo que vendrá en esta época oscura, siervos que se levantarán con calma y paz porque Cristo mora en ellos.

Dios desea que usted pueda entrar en ese lugar de confianza. Él quiere que usted nunca más sienta miedo, sino que verdaderamente descanse en su poder y capacidad. Él sabe cómo le librará de todas las trampas, pruebas y tentaciones, si usted así lo desea, si solamente confía en Él.
 

miércoles, 29 de mayo de 2013

Para cuando sientes que has fracasado...


CONSIDERA LOS FRACASOS

by David Wilkerson | May 28, 2013


¿Consideras que Moisés era un fracaso? ¡Difícilmente! Él fue a Israel lo que Washington y Lincoln juntos fueron para América y aun más. Pero mira de cerca la vida de este gran legislador. Su carrera comenzó con un asesinato, seguido de cuarenta años escondiéndose de la justicia.

Moisés era un hombre con temor e incredulidad. Cuando Dios lo llamó para sacar a los israelitas de la esclavitud, él suplicó: “nunca he sido hombre de fácil palabra…porque soy tardo en el habla” (Éxodo 4:10). Toda su vida Moisés deseó entrar en la Tierra Prometida, pero sus fracasos le impidieron entrar. Aun así, en Hebreos 3:1-2, Dios compara la fidelidad de Moisés con la de Cristo. Los fracasos de Moisés no le impidieron entrar al Salón de los Campeones de Dios.

Generalmente pensamos en Jacob como el gran guerrero de oración que luchó con el ángel del Señor y prevaleció. Sin embargo, la vida de este hombre estaba llena de evidente fracaso. Cuando joven Jacob engañó a su padre ciego con el fin de robar la herencia de su hermano. Despreciaba a su esposa Lea mientras alimentaba un gran amor secreto por su hermana, Raquel. Él no aceptaba su responsabilidad como esposo.

Aquí tenemos a un hombre atrapado en una telaraña de engaño, robo, infidelidad y poligamia. Sin embargo, todavía adoramos al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.

El Rey David, un poderoso guerrero y cantante de salmos, se deleitaba en la ley del Señor, y se presentaba como un hombre justo que no se encontraría entre pecadores. Sin embargo, que chocantes son las debilidades de este gran hombre. Tomando a Betsabé de su esposo Urías, envió a ese hombre inocente a la muerte al ponerlo en la primera línea de batalla de su ejército. El profeta Natán declaró que este doble pecado les dio una gran oportunidad a los enemigos del Señor para blasfemar.

Imagina al gran rey de pie junto al ataúd de su hijo ilegítimo muerto, una esposa robada a su lado, y un mundo lleno de enemigos que maldecían a Dios a causa de sus pecados tan notorios. Sin embargo, Dios llamó a David “un varón conforme a su corazón” (1 Samuel 13:14).

Si estás desanimado por tus fracasos, tengo buenas noticias para ti. Nadie está más cerca del reino de Dios que el hombre o la mujer que puede mirar la derrota a los ojos, enfrentarla, y pasar a una vida de paz y victoria. A pesar del fracaso, ¡Sigue avanzando! Es frecuentemente después de un fracaso que un hombre hace su obra más importante para Dios.

viernes, 24 de mayo de 2013

¡No dudes del amor de Dios!


ESTE POBRE CLAMÓ

by David Wilkerson | May 24, 2013
En el primer verso del Salmo 51, leemos que David apela a las misericordias tiernas y perdonadoras de Dios: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones”.

David sabía qué hacer: “Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias” (Salmos 34:6). “Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias” (Salmos 34:17).
Amado, ésta es tu victoria sobre el pecado: La confianza absoluta de que no importa cuán doloroso haya sido tu pecado o tu caída, tú sirves a un Señor que está listo para perdonar, ansioso para sanar y posee más misericordia hacia ti que la que puedas necesitar.

El diablo viene a ti y te dice: “¡No! Si tú te sueltas tan fácilmente, caerás de vuelta al pecado”. Él te hará sentir miserable, indigno de levantar tus manos para alabar a Dios o aun de leer Su Palabra.
Pero, he aquí tu arma: Clama como David, con todo tu corazón. Anda a Dios y dile: “Señor, Tú me amas. Sé que estás listo para perdonarme. ¡Lo confieso!”.

En ese mismo instante, has arreglado cuentas con Dios. No tienes que pagar por tu pecado. Dios te ama tanto que dio a Su Hijo, quien ya pagó por ello. Un abogado misericordioso y amoroso anhela ayudarte y librarte: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:1).

Mi pequeña nieta quería caminar encima de un muro bajo de concreto. Mientras la sostenía por detrás, ella trató de sacudirse de mi mano. La dejé ir y eventualmente se cayó (sin herirse). Cuando cayó, no la sermoneé diciendo: “Mira lo que has hecho ¡Ya no eres mía!”.

El Señor me dijo: “David, tú le das tanto amor a esta niña, pero no me permites a mí, amarte de la misma manera. Te llenas de orgullo por tus hijos, ¡pero no dejas que yo haga lo mismo en favor tuyo!”.
¡La Biblia dice que Dios se complace en Sus hijos!

martes, 21 de mayo de 2013

Esperando en Dios...


ESPERANDO EN ÉL

by David Wilkerson | May 21, 2013


El mandato del profeta Samuel al Rey Saúl fue: “…bajarás delante de mí a Gilgal… hasta que yo venga a ti y te enseñe lo que has de hacer” (ver 1 Samuel 10:8). ¡La única responsabilidad de Saúl era esperar! Dios quería oír a Saúl decir: “Dios guarda Su palabra, nunca ha caído a tierra ni una sola palabra de la boca de Samuel. Dios dijo que debo esperar instrucciones y esperaré”.

Pero el orgullo opina: “No creo que Dios lo haya dicho en serio. Quizás oí mal”. En lugar de afirmarnos en la Palabra de Dios, comenzamos tratando de descifrar las cosas a nuestra manera. Sobre nuestras camas, de madrugada, decimos: “Señor, así es como veo que esto pueda hacerse”. Es pecado hacer algo lógico y razonable cuando esto no es una palabra clara de dirección de Dios. Si quieres demostrarle algo a Dios, demuestra que esperarás pacientemente a que Él actúe.

“Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto. Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho…ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó” (1 Samuel 13:11-14).

Saúl esperó siete días, pero esa espera era inmunda. Él estaba impaciente, molesto, temeroso y caprichoso. Debemos esperar con fe, creyendo que Dios se ocupa de nosotros y nos ama, que Él estará ahí en Su tiempo. Este tema de esperar es tan importante que debemos ver unas Escrituras para demostrarlo.

“Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación” (Isaías 25:9).
“Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera” (Isaías 64:4).

sábado, 18 de mayo de 2013

¡Salvemos nuestra casa!


 "Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe". Hebreos 11:7

Hoy de camino al trabajo leía este pasaje, que sabemos viene en ese hermoso capítulo 11 del libro a los Hebreos que habla de la fe que debe haber en una persona para alcanzar lo prometido por Dios, pero me detuve un instante y pude entender algo más: debo salvar mi casa.

Amado hermano y hermana en Cristo que has tenido la bendición de tener hijos (uno, dos, cinco, no sé cuántos), ciertamente esta porción de la Escritura nos insta a tener fe en Nuestro Señor, estoy de acuerdo, pero si nos centramos en el verso que escribo al inicio, nos daremos cuenta de varias cosas.

1 - Noé fue advertido de cosas que sucederían; tu y yo sabemos qué sucedió después: el diluvio que destruyó a todo ser humano que no estaba con Noé en el arca.

2 - Noé, al estar enterado de lo que pasaría, con temor preparó el arca que brindaría protección para sí y para los suyos, no se detuvo a considerar si lo anunciado por Dios realmente sucedería o no, le creyó a Dios y se dispuso a trabajar.

Ahora te explico lo que yo entendí al leer el verso:

1 - El Señor Jesús nos dejó serias advertencias de lo que sucedería en los tiempos finales (podemos leer Mateo 24, por darte un ejemplo) y sabemos que nos ha tocado vivir precisamente esos tiempos; por todos lados vemos violencia, destrucción, el ser humano pervirtiéndose más, los hijos son dejados al olvido, Dios brilla por su ausencia en los hogares, ciudades, países; ¡no hay quien busque a Dios!, y esas advertencias son muy serias hermano(a), no caigamos en el error de minimizarlas.

2 - Debemos proceder igual que Noé; con temor debemos actuar para salvar nuestra casa; no hermano(a), ya no debemos construir un arca, para nosotros el arca es Cristo, ¿podrías construir una mejor? ¡Claro que no! Pero debemos andar con mucho temor, cuidando a nuestros hijos, instruyéndoles, encaminándoles a Jesús, confiando, perseverando, creyendo, TENIENDO FE. La obra es de su Santo Espíritu, nosotros no podemos convertir a nuestros hijos, pero en lo que nos toca, debemos perseverar en el temor del Señor.

Que Dios nos ayude hermano(a), te mando un fuerte abrazo en el amor del Señor.

¡Saludos!


miércoles, 15 de mayo de 2013

Un Dios libertador...


EL HIMNO DE VICTORIA

by David Wilkerson | May 15, 2013



¡Los hijos de Israel estaban en una situación imposible!

El Mar Rojo estaba delante de ellos, las montañas a su izquierda y su derecha, y Faraón con sus carros de hierro se acercaban por detrás. El pueblo de Dios parecía desamparadamente atrapado, como presa fácil esperando ser cazada. Sin embargo, lo creas o no, Dios deliberadamente los había conducido a este lugar precario.

Había pánico en el campamento de Israel. Los hombres temblaban de miedo, y las mujeres y los niños lloraban mientras se agrupaban alrededor de los abuelos y otros parientes. De repente, Moisés fue rodeado por airados jefes de familia que gritaban: “¡Sin duda este es el fin! ¿No había suficientes sepulcros en Egipto para enterrarnos allí? ¿Tenias que sacarnos hasta aquí para morir? Te dijimos en Egipto que nos dejes tranquilos. ¡Era mejor ser esclavos allí que morir en este miserable desierto! “ (Ver Éxodo 14:10-12)

Me pregunto si incluso Moisés tuvo un momento de turbación acerca de sus circunstancias. Sin embargo, cuando este hombre de Dios clamó, el Señor parece haberle reprendido: “¿Por qué clamas a mí?” (Éxodo 14:15).

¡Nadie en Israel podía imaginarse la gran liberación que Dios iba a traer! De repente los vientos separaron el mar, y las personas caminaron en medio de las olas divididas en tierra seca. Cuando faraón y su poderoso ejército trataron de seguirlos, las aguas comenzaron a embravecer otra vez, rodeándolos y ahogando a todos!

Qué espectáculo debe haber sido cuando el pueblo de Dios se dio vuelta a mirar desde el otro lado y vio a su poderoso enemigo destruido como soldaditos de plomo. Entonces, una canción se elevó en el campamento cuando se dieron cuenta, una vez más, que Dios los había librado de circunstancias imposibles. La Escritura registra su reacción y la canción que cantaron:

"Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete. Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré." (Éxodo 15:1-2).

martes, 14 de mayo de 2013

Nuestras batallas son del Señor... ¡Confíemos!


SU BATALLA ES DEL SEÑOR (2Crónicas 30:15)

by David Wilkerson 



La razón por la cual estoy escribiendo esto, es para recordarle que la batalla que usted está enfrentando no es suya, sino del Señor. Si usted es un hijo de Dios, puede estar seguro que Satanás se “enfurecerá contra ustedes.”

En 2 Crónicas 20, una gran multitud vino contra el pueblo de Dios. El rey Josafat y su gente propusieron en sus corazones buscar a Dios y ayunar. El rey clamó a Dios con una oración que la mayoría de nosotros ha orado en nuestro caminar espiritual: “En nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos” (20:12). “Vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión…Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis…porque no es vuestra la guerra, sino de Dios” (20:14-15).

Isaías dio esta advertencia a todas las fuerzas satánicas: “¿A quién vituperaste, y a quién blasfemaste? ¿Contra quién has alzado tu voz?...Contra el Santo de Israel” (Isaías 37:23).
Dios le dijo a su pueblo Israel, y él nos dice hoy día: “La batalla no es contra ustedes. Es la furia de Satanás contra mí, el Señor que habita en vosotros”. Dios le dijo a Satanás, “He conocido tu condición, tu salida y tu entrada, y tu furor contra mí” (37:28).

Yo le pregunto a usted: ¿Dónde está su batalla? ¿En su matrimonio? ¿En su negocio o en su trabajo? ¿En sus finanzas? ¿En su salud? ¿Se intensifica la batalla día tras día? Si usted tiene un corazón devoto a Jesús y un deseo de aferrarse a él, usted enfrentará la rabia del infierno. Pero ésta sigue no siendo su batalla.

Usted puede terminar su batalla rápidamente si así lo decide – simplemente rindiendose o entregándose a sus miedos y temores. Satanás no molestará a aquellos que pierden su confianza en el Señor.

Sí, la batalla es del Señor, pero nosotros tenemos una parte en ella – y ésta es confiar y creer en sus promesas cuando enfrentamos desesperanza y lo que parece ser imposible. “¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?” (Isaías 40:27).
La fe demanda que yo entregue todos mis problemas – todas mis situaciones críticas, todos mis miedos, todas mis ansiedades – en las manos del Señor. Cuando he hecho todo lo que puedo hacer y cuando sé que mi batalla va más allá de mi poder, yo debo someter todo en sus manos.

Nuestro Señor sabe de la furia de Satanás y debemos verdaderamente creer que él actuará. Él nos ayudará a pasar por las muchas aguas y por los fuegos, y hará huir a todos nuestros enemigos espirituales. Esta es la Palabra de Dios acerca de lo que él hará: “Porque contra mí te airaste…y ha subido a mis oídos; pondré, pues mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste” (Isaías 37:29).

Si usted permanece agarrado de su fe – confiando en él, descansando en sus promesas, rechazando todas las mentiras de Satanás que vengan a su mente – entonces esté a la expectativa que Dios vendrá con su Espíritu a su situación, y pondrá un fin esperado a su batalla en particular. Él moverá cielos y tierra para librarlo y hacer un camino. El camino de salida es ¡confiar, confiar, confiar! Él es quien “hace cesar las guerras” (Salmo 46:9). 

lunes, 13 de mayo de 2013

La desintegración familiar

Cuán importante es apercibirnos de que la desintegración familiar es un problema muy grande y que afecta de manera lastimosa a nuestra sociedad, pero más importante será poner atención en los elementos que ocasionan este mal.

Te invito que veas este vídeo (audio solamente) esperando que te muestre un panorama amplio de lo qué es y cómo evitar la desintegración familiar.


jueves, 9 de mayo de 2013

Tengamos cuidado de no caer en incredulidad...


SANA MI INCREDULIDAD

by David Wilkerson | May 9, 2013

"Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor." (Santiago 1:6-7).

El mundo está lleno de cristianos que no guardan la Palabra de Dios. Piensan que es algo inocente sentarse a la mesa en la casa de Dios y murmurar y quejarse, como si Dios no oyera. ¡Dios sí oye nuestras murmuraciones! Acusaciones que dicen que Él no se preocupa, insinuaciones que Él te ha abandonado.

Dios me ha advertido de no dar lugar a las dudas y temores persistentes, sea que vengan de mi esposa, de mis amigos, de mis seres queridos o de mis colegas. Dios dice que tome esas dudas a la cruz y diga: “Jesús, sana mi incredulidad, llévatela”.

Israel pasó cuarenta años en el horno, murmurando, quejándose, llenos de amargura y celos. ¡Qué existencia tan miserable llevaban ellos, mientras decían ser hijos de Dios, creyéndose santos!; pero éste era el testimonio de ellos, no de Dios.

Debemos llegar al lugar en el que confiemos en Él. Si lo aprendemos ahora, la siguiente vez que venga una crisis, ¡cantarás y gritarás alabando a tu Libertador! ¡Oh! la victoria estará ahí, pero hay algo más importante: habrás dado un golpe mortal a toda duda, temor e incredulidad.

¿Dónde comienzas? Mirando directamente al espejo de la Palabra de Dios. Considera tus palabras y acciones de los últimos treinta días: ¿Has estado murmurando quejándote?; quizás respondas: “sí, ¡pero no he murmurado contra Dios!”; ¡Oh, sí que lo has hecho!, no importa dónde o de quién te quejas, siempre está dirigido a Dios.

En cada lugar que busco en mi Biblia, veo: “Confía en mí y te ayudaré. Sólo encomienda tus caminos a mí”. ¿Qué se necesita?; simplemente esto: Estar quietos y ver la salvación del Señor. Tu preguntarás: “¿Pero qué si nada sucede?” Esa pregunta refleja duda y temor.

Amado, tórnate a Dios hoy y dile: “Señor, he hecho todo lo que sé hacer en mi situación, de todas formas, sé que no hay nada que pueda hacer para arreglar el problema. Confiaré en Ti y esperaré Tu victoria”.

Que Dios haga de ti, un testimonio para el mundo, un testigo de Su fidelidad. Ámalo con todo tu corazón ahora mismo. ¡Entrégale todo tus problemas, toda tu fe y toda tu confianza!

miércoles, 8 de mayo de 2013

¿Estás desanimado? ¿No tienes deseos de leer la Biblia ni de orar?

Vamos a usar nuestra inteligencia, ¿desde cuándo nuestra carne siente la necesidad por las cosas espirituales? Nunca, nuestra carne quiere cosas que le agradan. Por otro lado nuestra inteligencia nos muestra que es necesario alimentar nuestro espíritu. Así que aún sin ganas, debemos tratar de hacer lo necesario para alimentar nuestra comunión con Dios y no caer en esa acomodación espiritual, y consecuentemente sufrir por estar lejos de la fe.

Así que tenemos que despertar, no importa si está con ganas o no, usted sabe que necesita buscar a Dios, orar, leer la Biblia, entonces hágalo.

Es como el alimento físico, a veces no sentimos hambre, pero si llega el momento de comer comemos, ¿por qué? Porque sabemos la necesidad que nuestro cuerpo tiene de alimentarse para estar de pie, para no enfermar, entonces comemos aun sin tener ganas, ya quien no come, muere.

Pues bien, el espíritu es lo mismo, si no alimenta su espíritu queda débil y enferma, espiritualmente hablando, y comienzan los síntomas: desánimo, duda, acomodación, tristeza, angustia, ansiedad, hasta que llega la muerte espiritual.
Así que si usted tiene ese cuidado con su cuerpo que un día perecerá, imagine el cuidado que debe tener con su alma que vivirá para siempre.

Entonces, no haga lo que tenga ganas de hacer, haga lo que tiene que ser hecho, lo que es bueno para su fe y así tendrás vida.

Quien vive por lo que siente es insensato, quien vive por la fe es inteligente.


martes, 7 de mayo de 2013

Cuida tu hogar de los ataques...que están al interior.

Quiero recomendarte el siguiente vídeo de youtube (solamente es audible) en el que podrás conocer aquellos agentes que atentan contra la integridad de tu familia; muchos de esos agentes tienen su orígen en el exterior, pero para desgracia de muchos hogares en nuestro país, los ataques vienen del interior, son los mismos miembros de la familia (sobre todo papá y mamá) los que ocasionan tanta problemática y tanto dolor en las familias.

Espero que sea de tu agrado y que te lleve a reflexionar la condición en la que se encuentra tu familia.

Saludos!!!


Un día glorioso...cuando Jesús me salvó...

"En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció"
JUAN 1:10

Anoche leía este pasaje y lo que en ese momento pensé fue en los tantos años que ignoré al Señor, fueron más de 30 años en los que no quise saber nada de Él, era un religioso y pensaba que mi religión era suficiente para llegar al Cielo, pero, ¿cómo podría esperar que eso fuera así si lo único que hacía era ofender a Dios todos los días? ¡Qué engañado estaba y qué corta era mi visión de las cosas!

Pero hubo un día, un glorioso día en que Él se acercó a mí, me hizo ver su sacrificio en la cruz por mis pecados, me hizo entender que ¡fue por mí! ¡por su más acérrimo enemigo! ¡áquel que tanto daño le causo y tanto descrédito dio a su Nombre! Pero se acercó y me dijo todo estaba pagado, que la culpa de mi pecado Él la había clavado en la cruz, que no le debía nada y que ahora caminara en santidad y amándolo... cosas que ahora, con su gracia, anhelo hacer hasta el fin de mis días.

Grande es el Amor de Dios... ¿verdad?

jueves, 2 de mayo de 2013

¡Hermosa palabra de aliento!


DIOS TODAVÍA ESCOGE AL DÉBIL

by David Wilkerson | May 2, 2013

              
“Sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a los fuertes;” (1 Corintios 1:27).

Dios todavía elige al débil para revelar Su fuerza. ¿Alguna vez te has afligido por tu debilidad? ¿Te has sentido insignificante, frágil e inútil para Dios? ¿Has mirado a otros que parecen ser tan fuertes y perfectos, y en comparación a ellos has pensado de ti mismo que eres demasiado pecador y lerdo para ser usado por Dios? Dios no está buscando gigantes espirituales, sino más bien está buscando santos comunes y corrientes, con la fe de un niño y que hayan perdido toda la confianza en la carne. 

Dios va a confundir a los fuertes y sabios ungiendo como Sus instrumentos a los que se consideran débiles y tontos. El Señor pasará por alto a aquellos que confían en el brazo de la carne, quienes confían en su talento, sus conocimientos, su experiencia o su reputación familiar. En lugar de eso, levantará a los abatidos, a los débiles y cansados. El derramará sobre ellos un espíritu de alabanza y un bautismo de amor. Les mostrara Su grandeza, Su fidelidad, Sus pactos, y ellos llegarán a ser fuertes en el Señor y en el poder de Su fuerza.

¿Hay un espíritu en ti que te impulsa a lugares nuevos y más altos en el Señor? ¿Hay un fuego por Dios encendido en tu interior? ¿Sientes un acercamiento a una fe y confianza renovada en Dios? ¡Se agradecido! ¡Esa es la llamada de Jesucristo el Señor! 

Sus promesas para nosotros son grandes y preciosas: “¡Cuán grande es tu bondad que has guardado para los que te temen, Que has preparado para los que en ti confían, Delante de los hijos del hombre! En lo secreto de tu presencia los esconderás de intrigas humanas. En un refugio los guardarás de las contiendas de la lengua.” (Salmos 31:19-20).

“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios preparó para los que lo aman, pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios.” (1 Corintios 2:9-10).